El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Almería, COITAAL, ha celebrado recientemente unas jornadas técnicas de divulgación que, bajo el título ‘Análisis e investigación sobre los planes y programas en la lucha contra el cambio climático en el sector agrícola, ganadero y agroindustrial’, ha servido para que los profesionales almerienses conozcan los efectos que genera el cambio climático y cómo se puede trabajar para paliar sus consecuencias.
La ponente de las jornadas, María del Carmen García, asegura que “Almería es pionera y ejemplo en toda Europa por el crecimiento tanto de la producción integrada como en agricultura ecológica, reduciendo así de manera considerable los gases que provocan el efecto invernadero que ha generado el cambio climático, del que ya existe consenso científico de que es una realidad”.
Las jornadas, organizadas por la Fundación Idea – Ángel García-Fogeda Prado, fueron inauguradas por la presidenta de COITAAL, Teresa García Muñoz, Miguel Ruiz Gómez de la Dirección General de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y el Secretario General del Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Técnicos Agrícolas de España (CGCOITAE), Ignacio Hernando Sotillos.
La presidenta de COITAAL destacó en su intervención “el compromiso del Colegio por incentivar iniciativas que redunden en la conservación del Medio Ambiente”. Por su parte, el director general de Industria Alimentaria realizó un amplio repaso de los distintos programas a los que puede acogerse el empresario agrícola, recordando “la importancia que tiene en nuestros días la concentración de la oferta” y subrayando el papel del cooperativismo en la Economía española, “es el sector que mejor ha aguantado la crisis, además de que fija a la población en su territorio”.
Buen nivel de conocimiento y concienciación
María del Carmen García asegura que “la Agricultura no es ni de lejos la actividad antropogénica más contaminante, a nivel cuantitativo la que más contamina es la producción de energía. La agricultura incide, bien por temas hídricos de fertilización por algunos nutrientes y nitratos o por roturación de tierras”. En este sentido, la experta en la materia señala entre las medidas correctoras “control en el uso del agua, el control en la cantidad de nutrientes que se aportan en el abonado, especialmente todo el tema de los nitratos o la eficiencia energética en las centrales hortofrutícolas. Todo lo que propicie un menor consumo de energía es algo que se puede aplicar con cierta facilidad y que incide en una menor emisión de gases de efecto invernadero”, afirma.
En cualquier caso, la ponente se mostró muy satisfecha por el nivel de implicación y conocimiento, tanto del agricultor a pie de campo, como de los profesionales técnicos. “Tanto los técnicos como los agricultores están muy bien formados y las campañas divulgativas como esta funcionan. La información les llega, entienden que hay fenómenos atmosféricos más drásticos y más a menudo, la afectación de la salinidad de algunas aguas, ven que es algo progresivo pero son conscientes de ello”, concluye.
Ana Rubio