La consultora y auditora almeriense AMB es la encargada de buscar nuevas líneas de crédito para sufragar las nuevas inversiones que estudian en este momento varias empresas del Poniente almeriense, cuyas instalaciones se quedan pequeñas ante el aumento de su volumen de género. AMB es el aliado estratégico que permite hacer esta transición sin encarecer los costes.
La provincia de Almería se mueve en volúmenes de producción que superan los 3,2 millones de toneladas anuales de frutas y hortalizas. En la cartera de clientes de AMB hay en este momento casi media docena de empresas dedicadas a la comercialización hortofrutícola que planean una ampliación de sus almacenes e infraestructuras para poder gestionar el aumento experimentado en su tonelaje de producto en fresco.
“Llegados a esta situación la empresa tiene que ampliar su estructura. Esto lleva consigo unas nuevas inversiones que permitan ampliar la capacidad de producción. Para realizar estas nuevas inversiones necesita financiación que puede proceder de sus reservas (si las tiene), de nuevas aportaciones de los socios o de financiación ajena, principalmente bancaria. Además para este sector existen subvenciones a fondo perdido procedentes casi todas de fondos europeos que ayudan a financiar estos proyectos de inversión”, explica Antonio Alonso, socio-fundador de AMB.
Esta tarea de asesoramiento y acompañamiento empresarial es la que realiza AMB, consultora especialista en agricultura. La ampliación trae consigo para la empresa agrícola un aumento de sus costes fijos, de ahí que AMB realice un traje a medida para que la nueva estructura sea viable y no se produzcan desajustes.
En el actual contexto económico las empresas almerienses se mueven en un escenario de creciente competencia en el crédito agrario, lo que se traduce en un descenso en los tipos pagados en el activo fijo. Además, según refleja el último informe de Cajamar, las condiciones macroeconómicas actuales garantizan para el nuevo año entrante unas condiciones favorables para la inversión de las compañías con unos tipos de interés bajos, que no subirán hasta que no lo hagan los norteamericanos.
Momento favorable para nuevas inversiones
“Hay un grupo de empresas almerienses que tienen muy buena salud: mayor demanda, mejores precios, ampliación de su capacidad”, señala Antonio Alonso, “pero tiene sus riesgos; la ampliación de capacidad productiva tiene como consecuencia aumentos en los gastos estructurales, gastos fijos, que pueden resultar demasiado gravosos y, en consecuencia traducirse en pérdida de rentabilidad, por lo que estos proyectos de inversión deben estudiarse bien para adecuarlos al aumento de actividad y a la capacidad financiera de la empresa”.
El estudio descrito por Alonso es el que realiza AMB. Un paquete completo que optimiza los nuevos gastos de administración, logística y equipos, los financieros y todas las amortizaciones derivadas. Notable es además el capítulo de las subvenciones, ya que algunas ayudas pueden ser a fondo perdido. “También hay partidas que se pueden incluir en las OPFH, muy a tener en cuenta”, subraya Alonso.
En el último ejercicio hortofrutícola la agricultura almeriense creció en términos de volumen, superficie y exportaciones. Este hecho se refleja en las empresas de comercialización que aumentan su dimensión y que, por ello, deben acometer nuevos proyectos de inversión acorde con sus nuevas estructuras.
El sector hortofrutícola de Almería tiene un volumen de producción superior a los 3,2 millones de toneladas, de los cuales el 70% se destina a la exportación, principalmente europea, y una superficie invernada cercana a las 30.000 hectáreas.
Ana Rubio