Recorriendo nuestras sierras, en busca de la gélida brisa que no llega, es habitual, en esta época del año, encontrarnos en las localidades serranas, enormes y voluminosas calabazas, que no dejan de sorprendernos. Calabazas cultivadas con mucho mimo en los huertos de agricultores, cuyo hobby es la tierra.
Esas enormes calabazas aguardan en su interior muchas propiedades, desde su fibrosa carne, hasta su corazón lleno semillas, las cuales conocemos como pipas de calabaza y antiguamente se utilizaban para prevenir y eliminar parásitos intestinales. La calabaza es rica en vitaminas A,B,C y E, entre ellas el ácido fólico, recomendable para mujeres embarazadas; también es rica en minerales como potasio, calcio, magnesio, hierro y zinc. Ayuda a regular el nivel de glucosa en la sangre, ya que aunque tiene hidratos, su alto contenido en fibra permite que se absorban lentamente manteniendo los niveles de glucosa en sangre estables. Si a esto le añadimos a nuestros platos una pizca de canela (reguladora de azúcar), hacemos de la calabaza un plato ideal para diabéticos y para aquellos que quieran bajar peso tras estas fechas. Son muchas las propiedades, así que por último destacaré la calabaza como protector de estómago del exceso de acidez y gastritis.
¿Y por qué hablo hoy de la calabaza?
Porque José Antonio y yo fuimos invitados por nuestra amiga Olalla, a un almuerzo de exquisitas viandas, cuyo plato principal era una receta alemana, habitual en la fría Germania. Una crema de calabaza, la cual me atrevo a decir que es la más rica crema de calabaza que haya probado. Por ese motivo creí, con permiso de Olalla, compartir esta receta que seguro os va a sorprender. Y además, tras los excesos navideños, es la mejor recomendación culinaria posible para reestablecer todos los equilibrios de nuestro organismo.
Receta de sopa de calabaza de Sandra
– 750g de calabaza
– 20g de jengibre fresco
– 1 cebolla
– 2 dientes de ajo
– 1 pimiento picante (cantidad al gusto)
– 1 pimiento lamuyo rojo
– 1 tacita de leche de coco
– 1 cuchara de postre de pimienta molida
– 1 cuchara de postre colmada de curry
– 750ml de caldo de verduras
– Aceite de oliva
– Sal
– Picatostes
– Pipas de girasol y de calabaza
Elaboración
Pelamos y troceamos la cebolla, el ajo, el jengibre, pimienta molida y el pimiento picante, ponemos a sofreír con el aceite de oliva; cuando estén los ingredientes dorados añadimos el curry. A continuación añadimos, ya limpios y troceados, el pimiento lamuyo y la calabaza, dejándolos pochar unos 10 minutos más.
Cuando esté todo bien pochado y dorado añadimos al sofrito el caldo de verdura, dejamos unos 20 minutos, a fuego lento. Pasado este tiempo, apartamos, y lo pasamos todo por la batidora. Una vez batido añadimos la tacita de agua de coco y removemos con una cuchara.
Para servir, añadimos en el plato unos picatostes y un puñadito de pipas mezcladas de girasol y calabaza.
Sugerencia:
Le daríamos un toque exótico y especial si los picatostes recién fritos le damos un toque con sal y canela.
¡Buen provecho!
José Antonio Arcos
Un par de detallitos para que quede espectacular:
– La pimienta molida hay que añadirla en el sofrito inicial de cebolla, gengibre, etc..
– La tacita de leche de coco se añada al final, cuando ya se han mezclado con la mini pimer las verduras, y se bate muy bien: yo lo hice a mano para darle un toque..
– A quien le guste picante, puede ponerle 1/4 del «red hot chili pepper» (pimiento picante). Si os gusta más suave, poned solo un par de trocitos del mismo.
Salud!!