Céntimo arriba, céntimo abajo. El comercio de frutas y hortalizas vive inmerso en “la guerra del céntimo”, como la denominó este pasado viernes en El Ejido Enrique de los Ríos, gerente de Única Group, durante su ponencia en el encuentro anual de Cooperativas Agro-alimentarias. Venidas de diferentes zonas de España (Andalucía, Murcia, Navarra, Madrid, Valencia, Galicia, La Mancha y Castilla y León), la entidad que las aglutina ha elegido este año Almería para su cónclave. Acertada decisión, teniendo en cuenta que el ‘mar de plástico’ almeriense supone por volumen hortícola el 63% del cómputo nacional, según palabras del presidente de Coexphal, Manuel Galdeano.
Continuando con el símil de la ‘la guerra del céntimo’, ésta se evita ganando tamaño, esto es, concentrando la oferta, en opinión de Enrique de los Ríos. La alianza de Única con el Grupo AN es como subirse a “un Airbus para cruzar el Atlántico y salir de la guerra del céntimo”, expresó.
El gerente de Única comentó que en breve habrá un solo equipo de ventas y que ya se ha creado la nueva sociedad Única Fresh para comercializar de forma unitaria todo el fresco de Única y de AN.
La figura resultante de la unión de ambas es una entidad asociativa de carácter prioritario, susceptible por tanto de recibir subvenciones a las que no pueden optar otras comercializadoras.
Grupo AN en números: 30.064 agricultores de 150 cooperativas
Por su parte, el director general del Grupo AN, Jesús Sarasa, se refirió al matrimonio con Única Group en términos de “complementaridad entre ambas”, al conjugar dicha unión el fresco y el transformado. AN aporta en fresco fruta dulce, espárrago blanco, alcachofa de Tudela o pera conferencia; pero en el segmento hortofrutícola hay que apuntar que su fortaleza viene principalmente de la industria, ya que tiene dos fábricas de conservas en Navarra, además de tener participación en otras zonas del país en dos empresas de congelados y en otras agro-industrias.
En el último ejercicio el Grupo AN ha facturado 766 millones de euros. De ellos 180 millones pertenecen al sector hortofrutícola, sobre todo al segmento de industria ya que en perecederos la cifra no alcanza los 20 millones de euros.
Detrás del Grupo AN hay más de un siglo de historia procurando fijar la población en el medio rural y generando en él riqueza a través de 150 cooperativas de diversas regiones, como Navarra, La Rioja, País Vasco, Aragón, Extremadura y ambas Castillas. 1.525 empleos directos y 30.064 agricultores.
Esta cooperativa de segundo grado se traduce en 1,3 millones de toneladas de cereales, 500.000 toneladas de frutas y hortalizas (mayoritariamente industria, como se ha reiterado) y una producción de pollos de 160.000 diarios y 800 cerdos al día.
A partir de ahora, AN-Única, inician un mismo camino. Eso sí, manteniendo cada una su identidad propia. Suerte.
Bajo el plástico de Almería, una selva de Irati
En este encuentro de cooperativas también copó gran protagonismo Hortiespaña. Su presidente, Francisco Góngora, enfatizó su papel como aglutinadora del sector hortofrutícola de invernadero. La puesta en valor del control biológico, la sostenibilidad del modelo, la proyección de su imagen o la cercanía a los consumidores fueron algunos de los pilares que nombró Góngora.
A continuación fue Juan Colomina, en su calidad de secretario de Hortiespaña, quien hizo un alegato en favor de los invernaderos. “Una selva de Irati, debajo del plástico, que absorbe CO2”, dijo. Y es que debajo de esas estructuras hay un auténtico vergel, que amantes del modelo podemos comparar a la bella selva de Irati, situada en el norte de Navarra.
Colomina dio algunos números – que no por sabidos voy a obviar – como los más de 3 millones de toneladas de frutas y hortalizas y una facturación superior a los 2.500 millones de euros salida de las más de 30.200 hectáreas invernadas que jalonan el campo almeriense.
“Le debemos mucho a nuestros invernaderos, ahorran un 70% de agua; hacen posible el control biológico, al ser cultivos protegidos; permiten la producción extratemprana, hortalizas en invierno que de otro modo tendrían que venir del Hemisferio Sur con los consiguientes costes que se acarrearían; y optimizan la tierra, requiriendo cinco veces menos suelo del que se necesitaría para producir ese volumen”, describía Juan Colomina.
Ana Rubio