El sector hortofrutícola es el menos subvencionado del agro. Detrás de esta carencia en realidad se puede esconder su mayor fortaleza, ya que al ser un sector que vive en el mercado requiere ser competitivo para su supervivencia. Así que su futuro pasa por seguir enfrentando el mercado y no depender de las ayudas de Bruselas. Ésta es la principal tesis de la conferencia impartida por Eduardo Baamonde, en el marco de las II Jornadas Agrícolas ‘Almería Gourmet’, organizadas este fin de semana en El Ejido por el diario IDEAL y el Consistorio ejidense.
Eduardo Baamonde, actual presidente del Consejo Rector de Cajamar, ha sido durante quince años director de Cooperativas Agro-Alimentarias de España. Ante un aforo formado por representantes del sector – desde cooperativas y alhóndigas pasando por casas de semillas y empresas biotecnológicas hasta representantes de asociaciones agrarias – el máximo representante de Cajamar, desde hace siete meses, hizo un análisis de las perspectivas de futuro del agroalimentario.
A corto plazo, volatilidad de precios, ya que los mercados están cada vez más interconectados y dependen de factores exógenos, casi siempre incontrolables. Así que la receta pasa por la diferenciación, ya sea de calendarios, procesos, diversificación de clientes o variedades, por poner algunos ejemplos. De lo contrario, si las empresas hortofrutícolas no trabajan por diferenciarse, caen entonces en que la única competencia posible es vía precios y, por tanto, según afirmó Baamonde, “en la autodestrucción”.
Concentración de la oferta, cambio climático y agua
“Es importante la excelencia en todo el proceso de la cadena, la innovación como elemento permanente y la flexibilidad para adaptarnos a los mercados cambiantes”, añadió el representante de Cajamar.
Baamonde enfatizó la necesidad de concentrar la oferta, “unión, alianzas, no necesariamente fusiones”, ya que “el mayor problema hoy día del sector es el desequilibrio entre los que ofrecen y los que compran. Los mismos ofrecen a los mismos en el mismo momento, y lo que los diferencia es el precio”. Así que concluyó que hay que ganar dimensión.
Otro aspecto a tener en cuenta es cómo el cambio climático afecta a la agricultura, desplazando al norte los calendarios de producción, de tal modo que los que son clientes hoy día pueden ser en breve competencia. De ahí la necesidad de diversificar los clientes para no depender tan solo de unos pocos.
Y el agua. Eduardo Baamonde lo explicó con claridad: “Se necesita un pacto de Estado que dure generaciones”.
Mesas redondas
Durante este evento, celebrado este viernes noche en el Auditorio de El Ejido, se desarrollaban previas a la charla de Baamonde dos mesas redondas. La primera centrada en la nutrición era moderada por el director de IDEAL en Almería, Ángel Iturbide, y se centraba en la importancia de una dieta equilibrada, a base de frutas y verduras, con el complemento del deporte. Llegar a los consumidores con el mensaje de la salud.
Y por otro lado, una segunda mesa redonda, moderada por Roberto García Torrente, director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, y en la que intervenían el profesor de la UAL, Juan Carlos Pérez Mesa; el gerente de Vicasol, José Manuel Fernández; y David Bogas, de Syngenta.
Esta mesa abordó numerosas temáticas heterogéneas entre sí, como los movimientos inversores a nivel global que invierten en el agro, entre ellos fondos de inversión; o la lucha entre diferentes modelos de gestión, más tradicionales o familiares versus explotaciones de mayor superficie.
El ‘modelo Almería’ como redistribuidor de riqueza
Pérez Mesa defendió en su conjunto el ‘modelo Almería’ por representar una economía social que reparte su riqueza por el territorio, siendo así “el modelo más sostenible”.
Fernández hizo también hincapié en la defensa que se hace desde su cooperativa de la agricultura almeriense, y en la búsqueda del valor añadido. “No hay margen para generar estructuras que no generen valor”, precisó.
Por su parte, Bogas describió el contexto de los próximos años con más población mundial. “Habrá que producir más con menos, sin olvidar la limitación de tierras”, dijo, para después subrayar que ante dicho escenario la innovación será crucial.
Ana Rubio