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Agricultores de La Rábita defienden sus invernaderos del inminente derribo de Costas

Agricultores de La Rábita defienden sus invernaderos del inminente derribo de Costas

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Son 250 familias de la costa de Granada. Su sustento, la agricultura de invernadero, esa misma que la Dirección de Costas pretende desmantelar en los próximos días. Aquí los agricultores son pequeños, minifundistas. 25 hectáreas de cultivo entre La Rábita y El Pozuelo en Albuñol sobre los que vuela la espada de Damocles.

Agricultores granadinos.
Agricultores granadinos.

Estos días Ana y yo hemos querido visitar a algunos de ellos para conocer su testimonio desde un punto de vista humano, alejado de los grandes despachos y de la burocracia de la letra pequeña. Es lo que tiene un blog, poder abordar la realidad desde la cercanía impropia de otros soportes de comunicación. Por eso es fácil entender a Mari Rodríguez cuando dice que “es un sentido, no cabe en cabeza humana que quieran tirarnos los invernaderos a cambio de nada”.

Así de simple. Reitero: se trata de invernaderos de pequeños agricultores, 250 familias dependen de ellos, que se ubican en el último hueco costero de Granada antes de llegar a la provincia de Almería. Buena parte de esta tierra la ganó al mar la trágica riada de Albuñol de 1973. En aquel entonces el gobierno de la nación quiso compensar a este territorio con ayudas para poner en cultivo esta tierra, dándoles una esperanza de vida. Ahora, décadas después, esa misma Administración central pretende desmontar aquellos invernaderos aludiendo a la actual Dirección de Costas que no quiere que haya explotaciones agrícolas frente al mar.

Mari Rodríguez, en la puerta de su invernadero.
Mari Rodríguez, en la puerta de su invernadero.
Antonio Castilla, en la entrada de su finca.
Antonio Castilla, en la entrada de su finca.

Mari, Juan, Paqui, Antonio, José y otro Antonio más me afirman que “es un desahucio puro y duro porque nos quieren quitar el invernadero sin darnos alternativas. No hablan de indemnizaciones ni de darnos otros invernaderos, solo que tenemos que desmontarlos”. Y si no lo hacen, las máquinas podrían quitarlos y después pasarles la factura de la operación, según lamentan. Recuerda al popular barco de Chanquete que el guionista de Verano Azul quería destruir. Pero esto no es una ficción, sino una realidad que apenas tiene eco mediático. Tal vez porque la montaña granadina está tan cercana al mar que impide que se oiga más allá la desesperación de estas familias.

Antonio Castilla explica que “aquí no hay alternativas a la agricultura. Es una zona que el propio subdirector general de Costas admitió en la reunión que tuvimos con él en julio en Madrid que es una zona deprimida y que por eso debe prevalecer el sentido común. Eso nos dijo este verano, así que ahora no entendemos  por qué quieren desmantelarnos”.

Antonio Montes, agricultor de La Rábita.
Antonio Montes, agricultor de La Rábita (al fondo).

Ana y yo estuvimos recorriendo con algunos de ellos sus fincas. Pequeñas, de 1.500 metros a 3.000 metros, para ver hasta donde alcanza ese límite que Costas quiere dejar libre de invernaderos. Por ejemplo, los dos invernaderos de Antonio Montes se quedarían en nada. Su finca de 1.600 metros se la quitarían toda, por su cercanía al mar; mientras que de la de 3.000 metros apenas quedaría un trocito libre a salvo de la línea roja que marca la Administración. En una de las imágenes Ana retrataba a Antonio Montes dentro de este último invernadero. Se le observa con una camiseta roja al fondo. Lo que hay detrás de él se salvaría, mientras que todo lo que vemos en primer plano caería. En realidad no habría diferencia puesto que todo el invernadero quedaría dañado o destruido.

Ya vinieron las máquinas a tirarlos el pasado 16 de octubre, pero los agricultores aseguran que se salvaron porque pidieron orden judicial y tuvieron que marcharse porque no la traían. Opinan estos mismos agricultores que en esta zona “no hay marcado el deslinde, así que Costas no puede basarse en un deslinde inexistente” y que no está suficientemente argumentado el derribo. Aquí es donde entra la disputa dialéctica en la que no entro ni voy a entrar porque este post, reitero, aspira tan solo a dibujar el lado humano de este enfrentamiento.

José Ramón, agricultor de La Rábita.
José Ramón, agricultor de La Rábita.

Hasta ahora los agricultores han llevado su queja a la capital granadina, donde se manifestaron unas 400 personas el pasado 13 de octubre. Un acto similar repitieron días después con unas 500 personas en una marcha entre La Rábita y El Pozuelo. En los próximos días volverán a salir a la calle en Albuñol y Motril con el objetivo de despertar la sensibilidad hacia una cuestión que definen en términos de sentido común: sin alternativas a la agricultura, ¿a qué se dedican si no se les indemniza con otro invernadero?

Invernaderos afectados entre La Rábita y El Pozuelo en la costa de Granada.
Invernaderos afectados entre La Rábita y El Pozuelo en la costa de Granada.
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Acerca del autor

El agro auténtico.es | JoseAntonioArcos

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra; licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Complutense de Madrid, con título de experto en Unión Europea. Periodista especializado en información agrícola.

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