Echamos el cierre al día, pero hoy el asunto mediático no han sido los tornados, sino el funcionamiento de la comercialización en Almería y Granada. Poco a poco el problema de las 200 hectáreas destruidas por los tornados irá diluyéndose quedando su interés solo para los afectados. Es triste verlo así, pero hoy día todo va muy rápido y por desgracia el individualismo hace que a una mayoría se le olvide, como al pez Dori de Nemo, todo lo que no tenga que ver con su ego. Aún así estaremos pendientes de lo que vaya ocurriendo y si las Administraciones son sensibles con los agricultores afectados o si se excusan en lo de siempre.
Pero insisto, hoy el tema ha sido otro, el funcionamiento a medio gas de parte de la comercialización hortofrutícola. Detrás de ello están los más de 700 agricultores de Almería y de la costa de Granada asociados a Agricultura Viva en Acción que han estado esta semana repartiendo octavillas en ambas provincias para que los agricultores no llevasen su producto hoy a su almacén. El seguimiento ha sido desigual, siendo la costa granadina la zona en la que más agricultores hoy han decidido no llevar su género como protesta por la inestabilidad de precios. La fotografía corresponde a uno de estos almacenes en Granada.
En otras partes, en la vecina Almería ha habido almacenes en los que la entrada ha sido la de otros días, normalidad, y en otros la entrada se ha reducido hasta un 50%. Testimonios de todo tipo. En cualquier caso ha sido una medida orquestada en solo dos días y que viene a responder a una hoja de ruta preparada por esta asociación de agricultores.
Hablando con uno de sus representantes, David Sánchez, me explicaba que “es una protesta inicial que tendrá continuidad porque el campo está vivo y es un toque de atención de que no nos vamos a quedar cruzados de brazos con los precios”. Detrás, como siempre la volatilidad de la cotización en origen. Hoy sin embargo habréis visto que la pizarra ha tomado buen color, en relación a días anteriores. Es un acordeón. Argumentos hay de todo tipo, los de aquellos que lo vinculan todo a la ley de la oferta y la demanda y ven en todos los movimientos hacia arriba y hacia abajo la normalidad del mercado (sobre todo los comerciales de las empresas); y por otro lado están los que creen que hay una presión constante a la baja de la distribución sin que los exportadores en origen pongan mucha resistencia a lo que les piden desde Europa (en esta parte están los agricultores).
Incluso en los foros de debate en el día de hoy hay quien opina que la protesta de Agricultura Viva en Acción ha contribuido a un repunte al alza de los precios, y hay quienes piensan que entre ambas acciones (menor entrada de producto y repunte de las pizarras) no hay relación alguna y que de cualquier modo el movimiento alcista iba a producirse. Hay argumentos para sostener todo, y a la vez mucha demagogia en este negocio del comercio.
En fin, sea como fuere el campo está vivo y este invierno se antoja caliente en cuanto a movilizaciones, protestas y retiradas de producto. También habrá que estar pendientes a la meteorología, justo ahora hace un año media Europea se congelaba y nuestras pizarras vivieron momentos de juventud. ¿Volverá la borrasca a ser aliada? No hay que tenerla en cuenta, del mismo modo que no se puede vivir pensando que nos va a tocar la lotería.
Para terminar me quedo con una frase de David Sánchez. “El agricultor no puede abandonar los frutos a su suerte”.
Ana Rubio