Periplo esta semana por el centro y norte de España. Más allá del concierto de Bruce Springsteen en San Sebastián, hemos hecho durante estos últimos días un extenso tour de hortícolas que nos ha llevado al entorno de Bilbao, recorriendo Vizcaya, posteriormente La Rioja hasta llegar a Aragón, y por último el sur de Madrid. En el reino aragonés su capital acogía a final de semana una jornada bajo el título ‘Tendencias de mejora genética en producción hortofrutícola’, coorganizada por Cajamar, Biovegen y el CITA. Y allí Ana y yo hacíamos parada, en uno de los nobles salones de la Diputación General de Aragón.
Esta histórica región contabiliza 4.000 hectáreas en hortícolas con una producción de 225.000 toneladas, cifras modestas pero que son de interés para un medio especializado como el nuestro. Por ejemplo, 89.723 toneladas de tomate, 61.342 toneladas de cebolla o 1.175 toneladas de calabacín, entre otros cultivos.
El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) dispone de una Unidad de Horticultura que estudia nuevas especies y variedades para implantar en Aragón. Ana Garcés, del CITA, explicó algunos de los proyectos que lleva a cabo dicha Unidad, como el de mejora de resistencias en melón y sandía, donde colabora también la firma Rijk Zwaan, como empresa colaboradora. Un ejemplo es la fusariosis en sandía con la identificación de nuevas fuentes de resistencia.
Otro proyecto es la evaluación de las propiedades saludables (antitumorales, antioxidantes, etc) del carácter picante de pimiento y cebolla. Por ejemplo, carácter picante de pimientos según denominación: pimiento riojano, pimiento de Herbón, de Gernika, de Arnoia, guindilla de Ibarra, pimiento asado del Bierzo, del piquillo de Lodosa o pimentón de la Vera.
Otros proyectos del CITA analizan la variabilidad de lechugas autóctonas de Aragón, la cebolla de España o incluso áreas del sur del Mediterráneo, como la cebolla y el melón en Túnez.
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El ‘boom’ del almendro
María José Rubio, también del CITA, abordó el genoma del almendro y su secuenciación en un entorno como el actual, de gran rentabilidad y auge de este fruto seco. Muchas variedades se pusieron sobre la mesa, más de una veintena, y también un buen puñado de portainjertos.
El auge del almendro no se debe tanto a la sequía sufrida en California como al aumento de la demanda de importantes zonas geoestratégicas de consumo a nivel global, como China, India y Emiratos Árabes. En realidad, España aprovecha ahora la promoción hecha de este producto por parte de operadores norteamericanos y australianos que han abierto nuevos mercados que son los que están en la actualidad demandando almendra hispana.
Ramiro Arnedo, desde 1941
La Rioja también tuvo presencia en las jornadas a través de Ramiro Arnedo, una empresa fundada en 1941, y que en 1981 se especializó en hortícolas iniciando entonces sus programas en I+D.
El doctor ingeniero agrónomo, Javier Peña, hizo una radiografía de una empresa familiar que cuenta con tres centros de investigación: Calahorra, dedicado a los cultivos al aire libre; Almería, a los de invernadero; y Murcia, de carácter mixto. Biotecnología y cultivo in vitro desde el centro de El Ejido (Almería) y germinación y patología desde el de Calahorra (La Rioja).
Ramiro Arnedo, referente en algunas tipologías de pimiento y en lechugas como las romanas, son 91 empleados, 25 técnicos y 9.000 clientes. Una empresa de semillas española que reinvierte en I+D el 25% de sus ventas.
Ana Rubio
José Antonio, por lo que comentas de las almendras de California, en televisión vi un programa donde hablaba de la agricultura en California. Me recordó a nuestra zona, ellos también tienen su «Sierra Nevada» que con el calentamiento global ha ido a menos dejando de alimentar los acuíferos. Por lo que se ve la gestión del agua no ha sido la más acertada, llegando al agotamiento del acuífero.