Ekosumendi es un volcán ecológico entre las montañas de Vizcaya

Quedamos con Asier Odriozola junto al ayuntamiento de Bilbao. Después de varios años de lecturas virtuales podía conocer cara a cara a este seguidor que sigue nuestro blog desde el País Vasco y que nos organizaba a Ana y a mí una doble visita a fincas ecológicas de su tierra. Asier subió al coche y nos condujo hasta un valle frondoso, situado a unos pocos kilómetros de la capital vizcaína y perteneciente a la localidad de Alonsotegi.

Ekosumendi, traducido como volcán ecológico, es un caserío reformado escondido entre los montes de Triano. En aquel entorno antiguamente había minas de hierro. Ana Rubio retrató este idílico lugar en numerosas instantáneas y en un vídeo que editaremos en los próximos días. Un espacio natural donde el cultivo ecológico es fácil. Solo hay que observar toda la naturaleza viva que lo rodea.

Emeteri Berasategui es la anfitriona de este espacio en el que convive de forma majestuosa el monte con varios invernaderos túnel (de 75 metros de largo y 8,5 metros de anchura), con cultivos hortícolas al aire libre y con árboles frutales.

Aquí existe el sello Eneek, distintivo vasco del cultivo orgánico. Recorremos los campos que rodean al gran caserío, donde observamos algunas gallinas trotando libres e ignorantes de que en otros espacios, sus homólogas las convencionales viven en jaulas que afortunadamente ellas jamás conocerán.

Nos comenta Emeteri en la parte baja de la finca que allí tendrá este verano alubia roja y negra, muy apreciada en la gastronomía navarra y vasca. Además de borraja. Nos detenemos frente a unos guisantes, cuya recolección llega ahora a su fin (el oídio es el mayor enemigo del guisante ecológico, nos explica Asier Odriozola). Y recorremos un pasillo con algunos limoneros y naranjos de ciclo tardío.

En la parte alta de la finca, detrás de uno de los invernaderos, Emeteri Berasategui ensaya con manzano, peral, melocotonero y avellano, probando su adaptación a estas latitudes, que suele ser compleja. Más arriba, en la parte norte del caserío, hay algunas frambuesas.

Emeteri nos invita a una cerveza en el porche mientras nos explica lo feliz que es con este estilo de vida. Antes era decoradora, pero desde que ha abrazado la agricultura y la ecología se siente más plena que nunca. Y no es de extrañar. Viendo estos paisajes el alma entra en una especie de sueño profundo donde nada es demasiado importante como para resultar molesto.

Granja wwoof

Ekosumendi es también una granja wwoof. Las fincas con esta denominación están adscritas a una red global de voluntarios. Así que ahora en junio una chica francesa recalará durante varias semanas en este volcán ecológico. A cambio de su mano de obra recibirá alojamiento y manutención, más una carga etérea de tranquilidad.

Durante todo el verano en Ekosumendi se recoge calabacín blanco y verde, ahora en junio fresas y en el mes de agosto destaca el pimiento Guernika, muy apreciado para freír y también el pimiento rojo choricero.

Entramos en los invernaderos. En verano se cultiva pimiento, tomate, cebolleta, cebolla roja, berenjena y zanahoria; mientras que en invierno la patata se cultiva dentro de la estructura protegida. El kale, muy de moda, también se cría en invernadero en los meses de invierno, junto a la zanahoria, la lechuga, el brócoli o la coliflor.

Asier Odriozola nos describe los elementos o herramientas con las que se juega en esta finca de producción ecológica: “Con el marco de plantación, con la rotación de cultivos, con los sistemas radiculares, con el cambio de variedades, con el compost y sobre todo el ecológico se hace posible gracias al uso de microorganismos, como factor clave”.

En otro de los invernaderos, en total son dos, vemos kale rojo, brócoli, Batavia, hoja de roble, cogollos de Tudela, remolacha, judía verde, berenjenas, pimientos italianos, cherry y pepino tipo francés.

En la enumeración de los diferentes cultivares que observo en Ekosumendi tengo que nombrar también la cebolla roja de Zalla, muy popular en estos lares. También el tomate Aretxabaleta, el tomate negro de Crimea o los cherrys de distintos colores.

Hortoterapia y Escuela Agraria de Derio

En Ekosumendi conocimos a un segundo Asier, un joven estudiante de la Escuela Agraria de Derio, llamado Asier Alcedo, y que está realizando sus prácticas fin de curso en este caserío. Nos explicó que hoy día hay cierto retorno al campo. Euskadi como el resto de zonas agrícolas que hemos ido recorriendo en los últimos meses no es diferente en esto. La crisis del ladrillo invita a proyectar la mirada hacia el terruño.

Junto a Asier Alcedo, tuvimos la oportunidad de saludar a Nekane Beitia, técnica ambiental, que nos habló de la llamada “hortoterapia”. Consiste en emplear la horticultura como enseñanza, por ejemplo, en los Centros de Día con personas mayores. Nekane lo hace en Sarriko (Bilbao).

Después de despedirnos de todos ellos, volvimos al coche con Asier Odriozola que nos condujo hacia otro valle, en dirección a Lezama, lugar muy conocido por los futboleros.