Biocontrol en el exterior de los invernaderos. Ayer tarde en la sede provincial de Coag Almería, situada en Vícar, los alumnos de la Escuela Agraria de esta localidad impartían una charla a un grupo de agricultores en la que daban a conocer un proyecto de restauración del ‘mar de plástico’ almeriense, basado en la colocación de entomohoteles u hoteles de insectos y de setos alrededor de los invernaderos.
Este tipo de hoteles, que sirven de refugio a los auxiliares, ya se emplean en jardinería. En estos refugios artificiales, según comentó el profesor Alberto Urea, pueden encontrar cobijo, por ejemplo, “los depredadores de pulgones”. Insectos beneficiosos comedores de pulgones como tijeretas, crisopas y mariquitas; comedores de caracoles, como el escarabajo carabus; o polinizadores como abejas y avispas solitarias.
Pero estos hoteles para bichos no vendrían solos, habría que sumar setos y bosques islas para lograr el biocontrol por conservación que permitiría con dichas barreras disminuir la introducción de plagas en el interior de las fincas.
Setos alrededor de los invernaderos
Durante la exposición de los cinco alumnos de la Escuela Agraria de Vícar se describieron diferentes opciones para situar en el perímetro de los invernaderos, como árboles, arbustos o especies herbáceas. Se aconsejaron plantas que estén disponibles en viveros, que sean autóctonas (por ejemplo, adelfas como reservorio de depredadores), que no sean exóticas (por ejemplo, las malvas son atrayentes de plagas y reservorio de virus. Estas especies hay que evitarlas), plantas que ofrezcan polen y néctar como alimento para los auxiliares y plantas que sean refugio para los auxiliares, como laurel, durillo o aladierno.
Flores en invierno y en verano
El objetivo que se persigue con este biocontrol natural es incrementar el número de enemigos naturales de las plagas en el exterior de las explotaciones agrícolas. Para ello, uno de los puntos en los que más incidencia se hizo fue el de la selección de plantas autóctonas con las que se consiga en el seto una “cascada de floración” durante todo el año. La alumna Marta Sánchez lo resumió con “flores en invierno y en verano”. “Así los depredadores se quedarán siempre cerca de los invernaderos”, añadió.
Lo ideal en el diseño de estos setos es que coexistan un mínimo de cinco especies arbustivas distintas. Y en la medida de lo posible que sean autóctonas, ya que se adaptan mejor al régimen de lluvias locales. Se podrían nombrar el romero, el matagallo, el mirto, el tomillo de invierno, el hinojo, etc.
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Ayudas agroambientales
Tras la presentación de esta iniciativa de los alumnos de la Escuela Agraria de Vícar, proyecto que lidera el Ifapa de La Mojonera, fue el turno de Erica Rodríguez, técnica de Coag-Almería, que explicó a los agricultores presentes las nuevas ayudas que se han abierto para aquellos productores que quieran colocar plantas alrededor de sus invernaderos.
Son ayudas de acompañamiento de la PAC, con un compromiso de 5 años. Hay un listado de plantas autorizadas y una serie de requisitos que tienen que cumplir los agricultores que deseen solicitarlas (más información sobre ayudas agroambientales, pinchar aquí).
Proyecto liderado por el Ifapa
El proyecto en el que se sustenta la charla que impartían los alumnos de la EA Vícar es «INNOVACIÓN PARTICIPATIVA PARA UNA HORTICULTURA PROTEGIDA SOSTENIBLE», proyecto de IFAPA La Mojonera, financiado a través del PDR Andalucía 2014-2020 con fondos FEDER. Los alumnos han estado haciendo prácticas en el centro de IFAPA La Mojonera, que es el promotor de este proyecto. Parte de la difusión de este proyecto se ha hecho con la colaboración de la Fundación DESCUBRE.
Las recomendaciones de diseño de setos, tipología de plantas, etc. se basan en la ficha de transferencia de Fundación Cajamar, donde aparece igualmente el proyecto que financia dicha investigación (RECUPERA 2020 I+D+i, del CSIC igualmente con financiación FEDER).
Ana Rubio