Este año en el XXX Aniversario de la feria de agricultura de Don Benito, en Badajoz, el cultivo estrella ha sido el olivar, que ha copado las ponencias más importantes de la feria, como la sesión titulada ‘El cultivo invitado. El olivar super intensivo’ que contó con notables ponencias a cargo de investigadores del Ifapa, especialistas en olivicultura del CICYTEX, profesores de la ETSIA-Universidad de Sevilla, representantes de ELAIA, CTAEX y de la Asociación Española de Municipios del Olivo.
Al término de las ponencias se llevó a cabo un intenso debate abierto al público profesional asistente y que sirvió para testar las principales preocupaciones del sector, entre ellas la Xylella Fastidiosa y su situación actual. Una bacteria patógena para la que no hay solución y que tiene en jaque a las producciones olivareras de todo el Mediterráneo. En torno a ella no hay intercambio de información, por ejemplo, se desconoce si está presente o no en Marruecos.
El debate fue rico y diverso en temáticas. Desde la manzanilla de Cáceres y Sevilla o la búsqueda de variedades tradicionales para seto pasando por la conservación del aceite en una bodega hasta su estabilidad en función de la mezcla de distintas variedades.
Interesante, por ejemplo, el valor para abrir mercados de la variedad Arbequina que por su toque más suave está contribuyendo a atraer nuevos consumidores. La Arbequina abriendo paladares en mercados asiáticos, como China o Japón.
Las labores culturales coparon buena parte del debate. La poda anual, imprescindibles ser disciplinados en su ejecución, los picados de restos de poda y su introducción como aporte de materia orgánica (pero con algunas excepciones en Andalucía por cuestiones de transmisión de enfermedades). En el caso del olivar super intensivo es capital el marco de plantación. Sobre su vida útil se habló en algún momento de que estaría entre los 15-20 años, aunque hubo ponentes que matizaron que con un buen manejo del agua, de la poda y de otras prácticas culturales se puede llevar hasta los 30-40 años.
También hubo espacio para las recomendaciones, por ejemplo, para evitar la asfixia radicular en el olivar cuidando los drenajes de la finca, ya que el olivar es muy sensible al encharcamiento. “Al olivar el exceso de agua no le gusta nada”, apuntaron.
Ana Rubio