Estos últimos días han sido frenéticos. El calendario ha querido que dos ferias relacionadas con nuestro sector coincidiesen en el tiempo. Lo normal en estos casos es acudir a una y dejar para mejor ocasión la otra, pero no, Ana y yo hemos querido acudir a ambas e intentar transmitiros lo más jugoso de las dos.
De Alimentaria en Barcelona hemos publicado la crónica de las marcas Kumato, Caniles y el Reino de los Sabores (pinchar aquí, y en los próximos días dejaremos constancia de lo que presentaban otros actores) y de la feria de Níjar, Expolevante 2018, os hemos dejado ya un buen ramillete de noticias. La verdad es que las coincidencias entre ambas ferias son mínimas, mientras que una va dirigida a la distribución y al consumidor, la otra mira hacia el agricultor y el técnico. Dos prismas distintos, pero necesarios, de concebir la cadena y el negocio agroalimentario.
En Alimentaria estuvimos el pasado miércoles, un día al completo, y en Expolevante otra jornada, la del jueves. El viernes tuvimos que volver a viajar y nos dejamos en el tintero las historias de muchos expositores en los que no pudimos detenernos y que tendremos que dejar para un momento venidero.
Aterrizamos en el aeropuerto de Almería el jueves a media mañana, y de ahí directamente al Palacio de Exposiciones de Campohermoso. Con el ajetreo no tuvimos tiempo de acreditarnos, así que el buen amigo Juan Luis Sánchez, responsable de marketing de Hortocampo, nos facilitó dos invitaciones para acceder rápido al recinto. Buena gente, Juan Luis, como su padre Juan. Modelo familiar, pero en la industria auxiliar. Están Juan Luis, Juan y otro hermano, Ángel. La empresa abderita camina ya hacia los 31 años. Un almacén de suministros que nació en el Poniente almeriense, pero que también se ha extendido hacia el Levante, con un centro en Viator.
Y a partir de ahí una maratón hasta las 9 de la noche, hora del cierre. Las últimas paradas las hicimos exprés, así que el próximo año el 2×1 ferial de esta semana lo reduciremos a una sola feria. Más que nada por salud.
La feria de Níjar es un punto de encuentro, un lugar de reunión entre agricultores y sus comercializadoras, almacenes de suministros y otras empresas auxiliares. Fidelización más que captación de clientes, siendo lo primero no menos importante que lo segundo. Y el ambiente cercano, cálido y casi festivo, en muchos momentos. Nada nuevo, puesto que la feria nijareña siempre la he conocido así.
En cuanto a novedades, en cada expositor las había y de algún modo hemos intentado contarlas en las numerosas noticias que hemos publicado en los últimos días. Tres cultivos dominantes, tomate, calabacín y sandía, aunque el primero ha copado casi todo el protagonismo. La comercialización también presente con el objetivo de departir un rato agradable con sus agricultores y amigos, lo cual no es poco en un mundo de infidelidades. Así que afianzar la fidelidad es un objetivo que hay que trabajar a diario.
Otras temáticas dominantes han sido la producción ecológica, el control biológico, la presentación de nuevas semillas, sustratos, fertilizantes y productos de protección vegetal y, por supuesto, innovaciones como la rafia biodegradable o mejoras en maquinaria de calibración o de sellado, entre otras. También presentaciones como la de Ansevi, la nueva asociación nacional de semilleros y viveros que su ubicará en la sede de Asehor, en el PITA.
En ferias como Expolevante también conocemos historias que iremos relatando en los próximos meses, como la de los cítricos que se recolectan en verano en el interior de la provincia de Almería. Variedades de naranjas importadas de Australia, adaptadas a microclimas de interior, y que permiten recolecciones de mayo a septiembre. ¿Sorprendente? Lo iremos contando en nuestro Agro Auténtico!
Ana Rubio