El agua embalsada en las cuencas intracomunitarias andaluzas, de competencia autonómica, aumentó en 595,93 hectómetros cúbicos entre septiembre de 2017 y el mismo mes de 2018, un 15,4% más que en el periodo anterior. Gracias a las lluvias registradas entre febrero y abril, los recursos totales alcanzaron los 2.437 hectómetros cúbicos, el 62,54% de la capacidad total, lo que permitió cubrir todas las demandas. Así se recoge en el informe presentado ayer martes al Consejo de Gobierno de Andalucía por el titular de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, sobre año hidrológico que acaba de finalizar. Comunicado de prensa.-
Los principales incrementos se han contabilizado en las demarcaciones del Guadalete y Barbate (356,55 hectómetros cúbicos más) y Mediterránea (235,1). En la del Tinto-Odiel-Piedras, la capacidad de los embalses apenas han variado respecto al año anterior y el aumento ha sido de 4,28.
La situación actual de los embalses de estas cuencas permitirá garantizar de forma generalizada la atención a las demandas de abastecimiento urbano, industrial y agrícola durante el nuevo año hidrológico, salvo en los sistemas de regulación tradicionalmente más deficitarios, como los de La Viñuela en la Axarquía, la Costa del Sol Occidental y Cuevas del Almanzora (Almería), que, no obstante, también han mejorado la situación respecto al periodo anterior. A ello se añade la reciente finalización de proyectos como los que permiten el aporte de recursos desde el Campo de Gibraltar a la Axarquía y el aprovechamiento de los acuíferos de Pinar del Rey, en la primera de estas zonas, y del río Chillar en Sierra Almijara.
La Demarcación Hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, en Cádiz, Málaga, Granada y Almería, presenta una situación buena, aunque irregular en la distribución por sistemas. En esta cuenca se atendieron todas las demandas, cifradas en 450 hectómetros cúbicos, y el incremento de recursos (235 más) superó la media de la última década. El agua acumulada alcanzó los 631,61 hectómetros cúbicos, el 54 % de la capacidad total.
Por sistemas, en el del Campo de Gibraltar (embalses de Guadarranque y Charco Redondo) las reservan están actualmente al 73% (123 hectómetros cúbicos) y duplican las necesidades de un año, tras haber atendido con normalidad todas las demandas partiendo de los 81 hectómetros cúbicos de octubre de 2017.
Los embalses de la Costa del Sol Occidental evolucionaron de forma parecida al año anterior, aumentando de 38 a 41 hectómetros cúbicos (el 62 % de su capacidad) tras atender las demandas con el apoyo de la desaladora en el periodo estival.
En la Costa Oriental de Málaga, el embalse de La Viñuela se encuentra al 36%, con 59 hectómetros cúbicos frente a los 43 de hace un año. En caso de que no haya nuevas aportaciones, esta cifra sería insuficiente para satisfacer demandas de dos años. Esta cobertura sí podrán ofrecerla el sistema de Guadalhorce-Limonero, que ha pasado de 141 a 242 hectómetros cúbicos (62% de la capacidad), mientras el de Béznar-Rules (Granada) ha aumentado su volumen de 78 a 145 (88% del total) y cuenta con reservas para algo más de un año de consumo.
En la provincia de Almería, los embalses de Benínar y Cuevas de Almanzora han atendido a las demandas junto con fuentes no reguladas, fundamentalmente aguas subterráneas, desaladas o de trasvases como los del Tajo-Segura y el Negratín-Almanzora. Benínar dispone de casi 11 hectómetros cúbicos (17% de la capacidad) frente a los 6,33 del año pasado y después de haber suministrado 6,7 al Campo Dalías. El de Cuevas del Almanzora es el único que ha bajado, de 12,24 a 10,5, y actualmente se encuentra al 6,7%.
Respecto a la Demarcación Hidrográfica del Tinto-Odiel-Piedras, actualmente ofrece garantías para atender demandas por más de tres años. Los recursos embalsados en esta cuenca, 775,8 hectómetros cúbicos se encuentran al 68,12% de la capacidad total.
Finalmente, los embalses de la Demarcación Hidrográfica del Guadalete-Barbate almacenan 1.027,21 hectómetros cúbicos (62%) tras incrementar sus reservas en 360 y cubrir con normalidad el conjunto de las necesidades de la cuenca.
Ana Rubio