Por segundo año consecutivo arrancamos Fruit Attraction de la mano de COMPO Expert, la pasada edición participando en una mesa redonda sobre la era digital en la agricultura y en esta ocasión moderando la primer Expert Talks, que ha abordado la imparable “transformación digital” que envuelve al sector agrícola y por ende a cualquier actividad que no puede ser ajena a una revolución que ha cambiado los esquemas y cimientos de nuestro tiempo.
Es la agricultura 4.0 y en el debate de la primera jornada de Fruit Attraction 2018 podíamos aproximarnos a esta realidad desde el punto de vista del productor, a través de un representante de Asaja; de la Administración, con una ponente del Ministerio; y del sector privado, con las voces de dos empresas como Seresco y Topcon.
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Topcon
Julián Rioja, product marketing manager de Topcon, ponía el acento en la utilidad que debe encontrar el productor para invertir en nuevas tecnologías. “Ha de ser rentable”, subrayó Julián, como requisito imprescindible.
Rioja reflexionaba sobre la gran profusión de datos que hay a día de hoy, sensores que miden aspectos tan diversos como humedad, temperatura, masa foliar, etc. o drones capaces de aportar abundante información sobre variopintas cuestiones agronómicas. “Pero, en cualquier caso, el dato tiene que ser útil, accesible y rentable”, insistía.
El representante de Topcon advertía sobre la lentitud de la Administración para legislar a la velocidad que demanda el actual mundo cambiante. “Las empresas van delante de lo que legisla el Ministerio, y pedimos el apoyo de las Administraciones para desarrollar tecnología”.
Julián Rioja exponía el ejemplo tecnológico de un productor de Lérida con una explotación que es reflejo de la llamada ‘agricultura de precisión’, aunque reconocía que aún queda mucho camino por recorrer para que ejemplos así no sean excepción, sino norma. Entre las tareas pendientes, Rioja cree que en el corto plazo es necesaria una mayor interconectividad entre las empresas para desarrollar esta transformación digital, además de seguir trabajando en depurar aún más los algoritmos para hacerlos más ‘precisos’.
Seresco
Rubén Pérez, director del área de consultoría y software de Seresco, abría en el debate nuevos abanicos al aportar algunos datos sobre los previsibles efectos de la automatización en el mundo global. Citaba algunos estudios que cifrarían en el medio plazo una destrucción del 57% de los empleos de la zona OSCE. En países como Reino Unido dicho porcentaje superaría el 30%, y en un país tan determinante como China habría en los próximos años una desaparición del 77% de los empleos actuales por la corriente de automatización de procesos. Datos escalofriantes.
A preguntas de si la desaparición de ciertos trabajos se compensaría con la creación de otros nuevos, la respuesta no es tranquilizadora, ya que el ritmo de creación sería inferior al de destrucción. Sin embargo, la opinión de Rubén Pérez no era compartida por todos los componentes del debate que se mostraron más optimistas ante las consecuencias que pueda tener sobre el empleo la era digital.
Por otro lado, Pérez apuntaba dos ejes que vertebran la ‘agricultura de precisión’ como es la fiabilidad de los datos y la necesaria vocación integradora. Coincidía con Rioja en que “la Administración debe ir más deprisa”.
Ministerio de Agricultura
Laura Preciado, consejera técnica del Ministerio de Agricultura (MAPA), se refería a la “agenda de digitalización” de esta Administración central y a la existencia de herramientas como un sistema de información geográfica habilitado por el MAPA para proporcionar a los productores recomendaciones de riego, entre otros contenidos de interés práctico.
Preciado también explicaba que el Ministerio ofrece datos abiertos de utilidad para el sector, encontrándose entre las principales búsquedas los datos referidos a productos fitosanitarios, productos ecológicos o Sigpac.
La representante del MAPA también reconocía la existencia de una brecha digital en la que hay que trabajar para minimizar. Por último, comentaba la tarea pendiente de seguir formando a los productores para aprovechar las oportunidades que genera la era digital en la agricultura.
Asaja
José Ramón Díaz, miembro del equipo técnico de la organización agraria Asaja, se refería igualmente a dicha brecha digital, variable dependiendo de los diferentes territorios de España, lo que supone una barrera para la implementación de todas las herramientas tecnológicas.
Defendía José Ramón la necesaria “calidad del dato” para poder obtener ventajas como puede ser un mayor incremento de los rendimientos productivos. Apuntaba, por último, posibles caminos que explorar como puede ser la generación de datos para conocer otras producciones, incluso de países competidores, y de este modo casar mejor oferta y demanda en el mercado.
Ana Rubio