La semana pasada – días antes del cierre de colegios primero y de la declaración del estado de alarma posterior – estuvimos en Barcelona, en su gran mercado mayorista, Mercabarna. Tengo que decir que si hubiésemos previsto el ulterior devenir de los acontecimientos no habríamos ido, pero nos encontrábamos ya en la ciudad condal cuando empezó a precipitarse todo en cuestión de horas. Adelantamos el regreso, desde hace una semana estamos en casa acumulando días encerrados como buena parte de los españoles, y deseando que entre todos podamos salir de esta crisis sin precedentes.
Creo que es interesante narraros lo que vimos los días anteriores a que se declarase el estado de alarma por el coronavirus, en un mercado que abastece de alimentos a una parte importante del país. Desde principios de la semana pasada Mercabarna ya comenzó a experimentar un aumento de la demanda de frutas y hortalizas que se llegó a triplicar según avanzaba la semana.
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La caída de la demanda de colectividades, como colegios y canal horeca, se ha contrapuesto a una demanda exponencial en el resto de canales, desde fruterías pasando por almacenistas y supermercados. La conclusión de todo esto es que está garantizado el suministro de alimentos frescos a la población española.
El campo no se para, nuestros agricultores están al pie del cañón y más en estos momentos en los que se los necesita; el transporte tampoco se detiene, los camioneros siguen haciendo posible una logística estratégica para nuestro autobastecimiento; y Mercabarna sigue operando, como siempre lo ha hecho. Así que es pertinente hacer un llamamiento a la calma ya que contamos con la seguridad de que no nos van a faltar ni frutas, ni verduras ni cítricos, como tampoco carne ni pescado.
Poder lanzar este mensaje de tranquilidad – con la certidumbre de haber comprobado in situ en Mercabarna de la mano de AGEM (gremio de mayoristas) que la despensa está llena – es de vital importancia en estos momentos. Nuestra cadena agroalimentaria en todos sus eslabones está a la altura de las circunstancias, dando la talla y asegurando nuestro aprovisionamiento como consumidores.
Es una buena noticia para todos, sobre todo, en un mundo en el que desgobierna la información, se facilita la manipulación y se abona el terreno para las ‘fake news’.
Se triplican los envíos de frutas y verduras a Mercabarna
Hicimos varias visitas, entre ellas a Badosa Fruits. Joan Badosa, el gerente, nos mostró mucho producto de Almería, desde cherry hasta berenjena o pimiento, y fue uno de los operadores que nos detalló cómo se había triplicado en los últimos días la demanda de frutas y hortalizas, tanto convencionales como ecológicas.
Badosa Fruits nació en 1971 y posee un panel hortofrutícola muy variado, siendo reseñable su especialidad en manzanas con productores (Biobosch) de Gerona. Venden manzanas los doce meses del año.
Joan Badosa nos explicó que la demanda de perecederos era genérica, en todas las referencias, aunque en algunas como cítricos, patatas y cebollas el volumen de pedidos era aún más intenso, tal y como nos corroboró también Pere Prats, vicepresidente del gremio (AGEM) y gerente de Prats Fruits. Por ejemplo, nos precisaba Pere que la demanda de naranja y limón se ha elevado notablemente.
Un escenario muy similar, en cuanto a la demanda de pedidos, nos dibujaba Mª José Sala Torres, responsable para Cataluña de Naranjas Torres, una empresa familiar que está en su tercera generación y que se asienta en Mercabarna y en otros mercados mayoristas como los de Zaragoza, Madrid y Bilbao.
Naranjas Torres nació en 1960. Compagina la producción propia con la de terceros. En Almenara (Castellón) tiene su propia central citrícola. Una empresa que vende mayoritariamente en el mercado nacional, ya que en su filosofía de trabajo prima el sabor lo que conlleva que sus cítricos sean recogidos en un punto de madurez extrema. Esto significa que el sabor es excelente, pero son cítricos con menor vida para viajar.
El 60% del catálogo de Naranjas Torres son cítricos (naranjas, clementinas y limones). El resto son frutas y hortalizas de todas las especies.
Ana Rubio